El Verdadero Amor Propio: Iluminando el Camino Espiritual
Hola queridos amigos, es un placer escribirles, y espero que estĂ©n todos muy bien. Hoy, quiero escribirte y contarte sobre algo muy profundo y desconocido para la mayorĂa del mundo. Hoy quiero hablarte del verdadero amor propio. Quiero hablarte, de ese sano amor, por nuestro propio Ser. Por nuestra propia existencia… Quiero hablarte de esa aceptaciĂłn de nuestra Realidad, y de nuestro Verdadero Ser.
En el mundo se habla bastante del amor… pero realmente son pocos los que lo experimentan… La idea común sobre el “amor”, es un amor romántico o de pareja. Pero eso no es el amor del que estamos hablando… Muchos otros, también confunden el enamoramiento con el amor. Lo cual, realmente es confundir una tormenta emocional agradable (el enamoramiento), con un estado mental de alta claridad y pureza (el estado de amor).
En esta oportunidad, quiero ayudarte a discernir el Verdadero Amor Propio, de un falso amor. Todo Verdadero Amor, es algo Real y Eterno… Pero todo lo que no cumple con esto, y que se cree que es amor, NO es amor… es una ilusiĂłn, es una fantasĂa que estás confundiendo con el amor. El Verdadero Amor, siempre ha sido y será ETERNO, Ilimitado, incondicional y sin fin. Y claramente, un enamoramiento no cumple con estas condiciones…
JesĂşs nos dijo: “Ama a tu prĂłjimo, como a ti mismo”. Luego, en la Ăşltima cena que tuvo con sus discĂpulos, dijo: “Ama a tu prĂłjimo, como yo los he amado a ustedes.”. JesĂşs fue la personificaciĂłn del Verdadero Amor. Él mismo, era el Verdadero Amor, pues se habĂa convertido en lo que siempre fue.
Debo decirte que todos somos el Verdadero Amor… ¡Todos! ¡Todos somos eso! Todos somos amor, pero no nos damos cuenta de ello porque estamos confundidos sobre cuál es nuestra Verdadera Identidad… Y al no conocernos lo suficiente, creemos ser, lo que NO somos, y por lo mismo, nos comportamos como realmente no somos. Y es por ello, que al querer ver el amor en el mundo, seguramente no lo ves en ningún lugar… pues las personas no se conocen a sà mismas lo suficiente como para poder expresar lo que siempre han sido en su interior… De modo que, buscar al amor afuera, es una tarea perdida. Debes buscar al amor, adentro de ti, y solo ahà lo encontrarás.
Quizás sepas, que a mĂ me apasiona muchĂsimo el autoconocimiento. Realmente ¡amo esto! Pues conocernos a nosotros mismos ¡nos hace tan bien! Que es imposible no amar lo que te hace bien, y lo que nunca te podrĂa hacer daño. Y despuĂ©s de muchos años buceando en mi interior, y sin saber nada de todo lo que te he dicho hasta ahora, lo que estuve haciendo fue acercarme a conocer el Verdadero Amor propio.
Entonces… ¿Qué es el Verdadero Amor Propio? El verdadero amor, es nuestra verdadera naturaleza. Es una expresión de nuestro Verdadero Ser, en este mundo. Es una forma de estar, y de ser, en este mundo. El Verdadero Amor propio, es un nivel espiritual. Es el nivel 500 del Mapa de la Conciencia del Dr. Hawkins.
SĂ, ¡asĂ es! El amor propio es un nivel espiritual. Es un nivel poco frecuente de lograr en este mundo, pero alcanzable por todos los que realmente quieren alcanzarlo. Y comĂşnmente, todos los que lo alcanzan, se convierten en maestros espirituales. Algunos de ellos, bastante conocidos como Eckhart Tolle, o el Dr. David R. Hawkins.
Según el Dr.Hawkins, el nivel espiritual del amor, solo es logrado por el 4% de la población mundial. Y mientras más evolucionas, más excepcional te conviertes. Eres un Ser cada vez más excepcional en este mundo, pues Ser lo que realmente somos en este mundo, es algo muy poco frecuente.
Ser lo que realmente somos, implica conocernos y aceptarnos, tal cual como somos. Decir que: “quiero ser yo mismo”, implica abandonar lo que NO soy, pero que creo ser… Pero creer es una cosa, y ser, es otra. Todo creencia es una mentira, pero lo que realmente ES, eso, es una verdad.
Yo ahora estoy poderosamente embarcado en la misiĂłn de conocerme a mĂ mismo totalmente. Pero hace muchos años atrás, estuve realmente confundido sobre quiĂ©n yo era. Esto era un misterio para mĂ, del cual, cada vez tengo mayor claridad. Y esta claridad, solo es un efecto de haber avanzado muchos niveles espirituales. Sin embargo, aĂşn no logro alcanzar el nivel del amor… Pero ello sucederá en cualquier momento, y no tengo ninguna duda. Estoy destinado a eso, pues no pararĂ© hasta conocerme totalmente.
Y dado que me estoy acercando a este nivel espiritual, en algunas ocasiones han ocurrido cosas que me han dado una vislumbre de nuestra verdadera naturaleza amorosa. Estas experiencias, me han dado la claridad suficiente, como para poder discernir el verdadero amor, de un falso amor. Y hoy, quiero compartir esto contigo, para ayudarte a que tĂş no caigas en ilusiones, y asĂ, te conozcas realmente.
La esencia del Verdadero Amor Propio
El Amor y el miedo
El verdadero amor, jamás puede hacerte daño alguno. El amor nunca hace daño, pues el amor no tiene nada impuro en su energĂa. Donde realmente hay amor, todo es claro y luminoso, por ello, el amor no puede producir confusiĂłn alguna. Solo claridad, y certeza. Nada más.
Si un dĂa crees que algo es amoroso, pero ello te produce confusiĂłn y dudas… Eso no es amor. Sin embargo, si hay dudas, tienes que aprender a determinar el origen de esas dudas. Es posible que esas dudas, sean originadas por un miedo. Pero nunca podrĂan venir de algo que es amor, ya que el amor, es una energĂa pura y luminosa. Pero el miedo, es una energĂa impura y oscura. Y cuando hablo de “puro”, me refiero a “libre de errores”. Una energĂa pura siempre traerá a tu mente un conocimiento, el cual, está libre de todo error. De ahĂ que el amor produzca claridad y certeza. Pero el miedo, al ser una energĂa impura, llevará a tu mente una informaciĂłn con errores, y asĂ crearás en falsedades e ilusiones. Y es por ello, que experimentando miedo jamás puede haber certeza ni claridad, sobre nada… Y es por ello tambiĂ©n, que todo miedo a algo (sea a lo que sea), siempre será un obstáculo para experimentar el amor.
El Amor y el miedo no pueden coexistir. O experimentas el amor, o experimentas el miedo, pero las dos a la vez no se puede. De forma que, al ir disminuyendo tus miedos, sin importar a lo que ellos sean, lo que harás será ir acercándote cada vez más al nivel espiritual del amor propio. Por favor, hazlo y descubrirás que es asĂ. Y recuerda: El verdadero amor jamás puede dañarte, y mucho menos, atacarte. Nunca le atribuyas dolor al amor. Si crees que “sufres por amor”, entonces estás confundido. No estás sufriendo por amor (nadie puede hacerlo), solo estás sufriendo por fantasĂas que confundes con el amor. Aclara entonces tu mente, y verás que esto es asĂ.
El amor siempre ayuda
El amor, no tiene preferencias por nadie. Para el amor no existen personas o seres especiales. Para el amor, todos son iguales, y todos los seres tienen el mismo valor que toda la creación. Esto hace que el acto de ayudar, sea igualmente de importante para cualquiera que pida o que necesite ayuda. Y dado que el amor jamás podrá dañarte, si tú pides su ayuda, el amor nunca podrá negártela. El Verdadero Amor, siempre irá en tu ayuda, sin importar dónde estés, o quién creas ser. El verdadero amor, siempre está para ti. Y toda ayuda sincera, siempre es un flujo de amor verdadero.
No pienses que una ayuda puede interferir en algo. Creerlo asĂ, tambiĂ©n es una confusiĂłn sobre lo que es el amor. Toda verdadera ayuda, es originada por el amor, y el amor jamás puede crear obstáculos o interferir en algo… pues si asĂ lo fuera, entonces no serĂa una ayuda verdadera. Simplemente serĂa un acto de aprovechamiento, disfrazado de una “ayuda”.
Quien realmente ayuda a otro, es motivado por el amor que está dentro de su propio Ser. Quien realmente ayuda, no está buscando un beneficio personal, tan solo, está expresando lo que Ă©l mismo ES, está mostrando su naturaleza amorosa, al mundo, al expresarse, tal cual ES. Una “ayuda” que interfiere, no es una ayuda real. Simplemente es un acto egoĂco, ya que esa persona realmente solo está buscando una ganancia personal de una situaciĂłn… y es eso, lo que crea las interferencias en los procesos de los demás. Recuerda siempre esto: El verdadero amor, ayuda a todos, sin interferir en nada ni en nadie, simplemente, disipa los obstáculos y hace fluir todo lo que está estancado.
El amor, no tiene ni implica sacrificio
Otra confusión recurrente, es creer que si amas al alguien, debes sacrificarte por él… pero quien se sacrifica, sufre. Y esto, no es amor verdadero.
Recuerda que el amor jamás puede dañarte, por tanto, creer que el amor implica sacrificio, no es verdad. Si tú realmente te amas, tu amor te hace bien a ti, y le hace bien a los demás. El verdadero amor, no ayuda a unos, en desmedro de otros…. El verdadero amor, ayuda a todos por igual, sin favoritismos… Sin embargo, si crees que el amor no te ayuda, es porque aún tienes muchos obstáculos para que el amor toque tu vida. Esos obstáculos, son los miedos.
La diferencia radical entre amor propio, y egoĂsmo. Es que el amor propio te hace bien a ti, y a los demás, a travĂ©s de ti. De forma que nadie pierde, y todos ganan. Sin embargo, en el egoĂsmo, la persona egoĂsta solo busca su propio beneficio, en desmedro de los demás. La persona egoĂsta que cree que se ama porque se da todo lo que cree necesitar, no se da cuenta de que está confundiendo idolatrĂa y narcisismo, con amor propio. Y la clave está, justamente en que los demás se sienten mal en su presencia. Significa que esa persona egoĂsta les está molestando, está creando obstáculos, no permite que las cosas fluyan pues quiere todo para ella… lo que en definitiva, muestra que está dañando a otros… y eso, jamás ocurrirĂa en alguien que verdaderamente se ama a sĂ misma. Recuerda: El verdadero amor, no implica sacrificio ni desmedro personal bajo ningĂşn aspecto.
El amor, no tiene apegos
Una de las diferencias tajantes entre el amor, y el enamoramiento, es que el amor aclara la mente, y disipa toda la oscuridad mental que crea confusiĂłn.
Toda confusión, es creada por el ego, que es, oscuridad mental. ¿Recuerdas cuando te he dicho que comúnmente no logramos expresar amor porque estamos confundidos en cuanto a nuestra Verdadera Identidad? Pues bien, quien está ocultando nuestra Verdadera Identidad, es una idea falsa respecto a lo que creemos ser. Esa idea falsa, es nuestro ego. Y es el ego, el que se enamora. No asà es nuestro Verdadero Ser, quien simplemente, es amor, y se expresa en el mundo amándose a sà mismo, a los demás.
El enamoramiento, es una tormenta emocional creada por el ego, que se experimenta como agradable, pues te induce a pensar, que todo lo que encuentras carente en ti, lo has encontrado afuera, en un otro, de modo que te hace desear al otro, y apegarte a Ă©l, pues al creer que eres carente, sientes que el otro te completa… De esta creencia inconsciente es de donde surge el enamoramiento… Sin embargo, quien realmente se ama a sĂ mismo, no se siente carente en ningĂşn sentido, de forma que no está buscando que otro Ser lo complete. Quien realmente se ama, se basta a sĂ mismo. Y no necesita de nadie para llenar carencias, pues quien realmente se ama a sĂ mismo se ha reconocido como un Ser pleno, de modo que al no necesitar nada interno, no se apega a nada, ni a nadie. De ahĂ que se diga muchas veces que, el verdadero amor, no tiene apegos. Y asĂ es realmente. Recuerda: Apegos, y amor, no son lo mismo, y son excluyentes entre ellos, pues el amor, es una energĂa pura, pero los apegos, son creados por la misma energĂa impura que crea los miedos: el ego.
Algunas historias ilustradoras
Te dicho que el verdadera amor, solo produce claridad y certeza. Eso es asĂ, porque la naturaleza intrĂnseca del amor, es la luz… Pero no es una luz comĂşn… Es una Luz Espiritual, es la Luz de Dios, en tu alma. El amor no es algo mental, sino, espiritual. Cuando realmente amas a alguien, ese vĂnculo no es algo mental, sino espiritual. Es una conexiĂłn espiritual, de un alma a otra. Y es un vĂnculo eterno, que el tiempo no puede romper, pues el amor trasciende todo espacio y tiempo… de forma que la frase de “hasta que la muerte los separe”, tambiĂ©n es una fantasĂa. Pues no hay muerte que separe al Verdadero Amor. Y esto no solo aplica para vĂnculos entre parejas, sino tambiĂ©n, para vĂnculos familiares, y de verdadera amistad entre las almas.
Mi madre por ejemplo, siempre se preguntaba de dĂłnde le provenĂa la inspiraciĂłn para decirme lo que me decĂa, en el momento justo, cuando yo requerĂa su ayuda siendo niño. Ella no se considera a sĂ misma una persona sabia, pero cuando yo era niño, cada vez que realmente necesitaba su ayuda en un asunto crĂtico. De ella nacĂan las palabras justas y precisas para guiarme en ese momento. Luego, a veces con el pasar de los años, ella misma se sorprendĂa de las cosas que me habĂa dicho, y siempre decĂa que no sabĂa de dĂłnde venĂa lo que me decĂa.
Con el pasar del tiempo, y con mi avance espiritual, logrĂ© comprender todo lo que te he enseñado, y de pronto, se me hizo evidente que, a pesar de que mi madre no tuviera el nivel espiritual del amor propio, cada vez que yo necesitaba su ayuda en algo profundo y delicado, su amor por mĂ, iluminaba su mente, y le inspiraba a decirme todo lo que yo necesitaba. Esto realmente, era un resplandor espiritual, que por un breve instante, disipaba toda confusiĂłn de su mente, y la hacĂa ver con perfecta claridad todo lo que tenĂa que decirme, asĂ, ella sabĂa con plena certeza lo que debĂa decirme. Y nunca jamás se equivocĂł. Y yo se lo agradezco tanto, que la amo profundamente… y le prometido que nunca jamás la abandonaré… Pues sĂ© que la muerte no nos puede separar, y aunque ella no entienda la profundidad de mi promesa, nada la romperá. Pues al verdadero amor, nada puede destruirlo.
Recuerdo que en una oportunidad, mi madre me informĂł de la muerte de una vecina. Yo la verdad es que le tenĂa cierto aprecio a esta vecina… Sin embargo, yo no veo la muerte como lo hace el comĂşn de las personas. Cada vez creo menos en eso de a muerte, de forma que sabĂa perfectamente que mi vecina, realmente no estaba muerta… sino, en otro estado de conciencia. PensĂ© entonces, cĂłmo podrĂa ayudarla. Y se me ocurriĂł pedir un minuto de silencio, en el que cada uno de los asistentes al funeral, le enviarán a su amor.
Fueron 2 dĂas de velatorio… Donde yo fui Ăşnicamente para intentar ayudarla desde acá. Finalmente, tuve la oportunidad de decir unas palabras en pleno funeral. No llevĂ© ningĂşn papel escrito, tan solo tenĂa en mi mente, la poderosa decisiĂłn de ayudar a mi vecina. Y cuando me subĂ al podio a decir algo, simplemente me entreguĂ© a la situaciĂłn. Recuerdo haber dicho, que el amor era eterno, y que cada acto de amor de nuestra vecina hacia nosotros, nunca lo olvidarĂamos porque esos actos eran eternos, ellos, eran para siempre. Entonces pedĂ hacer el minuto de silencio… Terminado esto, di las gracias a la gente, y me bajĂ© del podio con mucha calma en mi corazĂłn. Sin embargo, el discurso fue tan poderoso, que toda la gente fue tocada por las palabras que dije… incluso el sacerdote quedĂł sorprendido… pero ellas, solo nacieron del amor que hay en mĂ.
Una señora recuerdo que me dijo: “te emocionaste en el discurso”, y yo le dije: “No, simplemente me concentré”. A lo que mi madre le dice: “Marcelo es asĂ”. Y la verdad es que en ese momento, experimentĂ© todo lo que te he dicho. No me emocionĂ© diciendo nada de lo que dije. Simplemente experimentĂ© tal claridad mental, que me concentrĂ© tanto en mi intenciĂłn de ayudar, que el amor hizo todo, a travĂ©s de mĂ, sin ningĂşn esfuerzo.
En otra oportunidad, despuĂ©s de haber publicado mi libro Autoconocimiento Moderno. Me juntĂ© con alguien a quien le preguntaba si querĂa comprarme uno. Él habĂa dicho que sĂ. Sin embargo, cuando nos juntamos, cambiĂł de opiniĂłn, y me insistĂa en que le regalara uno. Pero lo curioso de esta oportunidad, es habĂa algo en mi interior que me decĂa que no… Pero no sabĂa el porquĂ© de esa negaciĂłn. De modo que me neguĂ© a regalarle un libro, pues tampoco Ă©ramos amigos, tan solo Ă©ramos conocidos. Sin embargo, Ă©l era un practicante de Yoga, con el que poco y nada nos conocĂamos… Él no conocĂa la razĂłn que me hizo hacer ese libro (ayudarte a que te conozcas a ti mism@), ni por quĂ© se lo estaba ofreciendo (ayudarlo a que avanzara en su camino espiritual)… de modo que al negarme, simplemente se molestĂł y me dijo que yo era un vendedor de libros, y que segĂşn Ă©l, yo solo querĂa vender…
Tiempo despuĂ©s, descubrĂ lo que me hizo negarme a darle un libro, fue justamente mi amor propio. Y el amor por el libro que hice, el cual, fue una verdadera expresiĂłn de amor y de ayuda hacia ti, y hacia todos los que se quisieran conocer, pero que no sabĂan cĂłmo. Hice ese libro solo para ayudarte a conocerte, y nada más. Pero luego me di cuenta, que a este practicante de Yoga, le gustaba mucho sacarse fotos en redes sociales, y tenĂa una gran vanidad con ello… Era comĂşn ver todos los dĂas publicaciones de facebook de fotografĂas de Ă©l haciendo algo, haciendo ejercicios de Yoga, y recibiendo muchos Likes… Y justamente cuando nos habĂamos juntado Ă©l me decĂa: “regálame un libro y yo me tomo una foto con Ă©l”… De modo que Ă©l no estaba interesado por el libro, sino por su propia imagen. Este practicante de Yoga, tenĂa un ego espiritual muy escondido, que espero lo vea alguna vez… Pues hasta el dĂa de hoy, sigue haciendo lo mismo. Pero cuando me di cuenta de todo esto, entendĂ que mi negaciĂłn a regalarle un libro, fue por mi amor propio pues yo no me iba a sacrificar por Ă©l. Eso era todo, pues mi ayuda, Ă©l no la iba a recibir pues a Ă©l no le interesaba.
Luego de la historia anterior, espero vayas viendo las sutiles formas que tiene el amor propio de protegerte. Realmente, y cómo aún no llego a este nivel espiritual, cada vez veo más vislumbres de ese amor propio que sin excepción, te va protegiendo de todo lo que no es puro y sincero cómo él.
A este punto, ya deberĂas entender, que amor propio y el egoĂsmo, no son compatibles. Ambas cosas no pueden coexistir. Pues la luz y la oscuridad, no pueden coexistir al mismo tiempo.
AsĂ es como he conocido la historia de un hombre, que en su egoĂsmo, y para no quedar como ignorante ante los demás, cada vez que tĂş le conversabas algo, Ă©l siempre inventaba cosas y decĂa que Ă©l sabĂa de eso… asĂ fue como desarrollĂł una fuerte tendencia a mentir… Luego mentĂa sin necesidad de hacerlo, y se creĂa sus propias mentiras. Este egoĂsmo, lo llevĂł a nunca lograr nada significativo en su vida. No tuvo hijos. Tuvo una casa, y la vendiĂł malgastándose todo el dinero ganado, sin darle nada a su Ăşnica hermana. Luego se quedĂł sin nada, y por gracia de Dios, fue a parar a una casa, en donde vivĂa en una diminuta habitaciĂłn… de allegado en el patio, a costillas de la dueña del lugar, a quiĂ©n por 20 años, y teniendo dinero, nunca le pagĂł nada, a pesar de que ese habĂa sido el trato inicial.
Pues ÂżQuĂ© ocurriĂł? Pues este hombre se hizo viejo, luego se enfermĂł de cáncer, y progresivamente estaba perdiendo la capacidad para valerse por sĂ mismo. Él, la verdad es que querĂa que la dueña del lugar lo cuidará hasta el fin de sus dĂas. Pero ella no estaba en condiciones para eso. De modo que, siguiendo las mentiras que el hombre decĂa, la dueña de casa le buscĂł un asilo, pues Ă©l siempre decĂa que se irĂa a uno… Pero Ă©l nunca jamás hizo algo para encontrar un asilo (pues aquello era tambiĂ©n mentira). Este anciano, era un verdadero egoĂsta. AsĂ es como luego de que la señora encontrara un asilo, el anciano le llora como un niño diciĂ©ndole que no se querĂa ir…
Era obvio que no se querĂa ir, pero la señora no podĂa más con esto… Ella estaba en la encrucijada de quĂ© hacer… A lo que yo le decĂa: “No puedes tenerlo más acá, tienes que dejarlo en el asilo. Ya que tenerlo acá, te está haciendo daño emocional… Y fĂsicamente tampoco tienes las condiciones para cuidarlo”.
Yo le decĂa: “Yo sĂ© que estás pensando si acaso es egoĂsta lo que estás haciendo. Pero no lo es. TĂş no puedes hacer más por Ă©l, ya has hecho mucho. Pero si Ă©l no hizo nada por Ă©l mismo, ya no te corresponde hacer más. Él, egoĂstamente quiere que ahora lo cuides, pero tĂş no puedes hacerlo, porque hacerlo, es atentar contra ti misma. Y eso, no es amor propio… asĂ serĂas vĂctima de su egoĂsmo.”
La mujer, me escuchaba, pero no se convencĂa del todo… Pero finalmente, optĂł por dejar al anciano en el asilo. OptĂł por el amor propio… Pero luego sentĂa culpa por lo que hizo. Sin embargo, al ayudarla a limpiar la habitaciĂłn donde vivĂa el anciano, descubrimos que Ă©l vivĂa literalmente en la mugre. Todo estaba hediondo, pues habĂa comida descompuesta en su alfombra, y habĂa mucha pero mucha basura, por todos lados… la mujer, al ver esto, de pronto se da cuenta de que el asilo era realmente lo mejor para el anciano. Él allĂ estaba en un lugar limpio, cuidado y acompañado. Pero ahora, la señora veĂa que la opciĂłn del amor propio, le hizo bien a ella, y al anciano.
Esta Ăşltima historia, ilustra muchas de las cosas que te he contado. El Verdadero Amor Propio, no tiene egoĂsmo. No implica sacrifico, no hace daño a nadie, es eterno, y da perfecta claridad.
Quizás creas aĂşn, que el enamoramiento es amor. Pero aquello no es asĂ. Te he dicho que amor y enamoramiento no son lo mismo. Y seguramente te estarás preguntando si acaso es posible amar si enamorarse. Y la respuesta es que sĂ. Aquello posiblemente te ha sucedido cuando te has dado cuenta de que has amado a un perrito, o un gatito. Quizás te des cuenta, de que estos amigos animales, se convierten en verdaderos integrantes de la familia, y despuĂ©s de vivir con ellos más de una dĂ©cada, cuando ellos no están, tĂş siempre los recuerdas con amor. Sin embargo, tĂş nunca te enamoraste de ellos. Simplemente los amaste por lo que eran, pues los aceptaste, tal cual eran, en ese momento. Pues bien, con las personas puede suceder exactamente lo mismo, pero comĂşnmente no sucede, solo y Ăşnicamente porque el ego nos hace creer que ese otro, nos completará. Lo cual no ocurre con un perro o con un gato, y es por ello que tĂş no te enamoras de tus amigos animales, a ellos simplemente los amas sin tener ningĂşn enamoramiento. Y demás está decir, que todo enamoramiento siempre pasa y se va. Pero aquello nunca sucede con el verdadero amor. Recuerda: Él es Eterno, y jamás nada puede destruirlo.
Un abrazo, y que estés muy bien!
Hasta la prĂłxima!