Descubre la Verdadera Liberación: Cómo Perdonar de Corazón y Sanar tu Alma
Hola querid@ amig@, es un placer saludarte y servirte en un nuevo año 2020. Hoy quiero enseñarte algo que jamás nos han enseñado, pero que muchos lo entendemos intelectualmente, sin embargo, a la hora de practicarlo, pocos lo logramos hacer. Hoy te voy a enseñar a perdonar, pero de todo corazón. Lo que es lo mismo que aprender a perdonar de verdad.
Si entendieras lo importante que es perdonar, quizás lo intentarías hacer con más frecuencia, y cada vez que puedas. La verdad es que cada vez que perdonas, te haces más feliz, pues el perdón limpia tu interior, y hace que allí donde había un conflicto, ahora haya verdadera paz. Y esa paz interior, te hace indudablemente feliz. Pero si esto no te parece importante y valioso, entonces en este momento estás muy confundido aún para entender lo que te voy a enseñar.
Antes de comenzar con esta lección, me gustaría contarte por qué a tanta gente le cuesta perdonar de verdad. Pues bien, dejando de lado el asunto de que esto nadie lo enseña, lo que sucede es que prácticamente todos en este mundo, estamos enfermos de un virus mental llamado ego. Este virus mental, se ha infiltrado secretamente en nuestra mente, y nos ha incapacitado a todos, en diferentes niveles.
En todas las tradiciones espirituales, se habla de que hay que desintegrar al ego, el cual, es un falso yo, que oculta al Verdadero YO. Es decir, nuestro ego oculta a nuestro Verdadero Ser Interior. Esa desintegración del ego, es en otros términos, la sanación de este virus mental. El cual, dependiendo del grado de desintegración (o sanación) del mismo, genera diferentes niveles espirituales. Y quien realmente logra desintegrar todo su ego, es decir, quien logra sanarse de este virus, experimenta a su Verdadero Ser, al Verdadero YO. El cual, es un Ser Eterno, Puro, Luminoso y completamente saludable. Pero lograr sanarse completamente de este virus, es lograr la Iluminación Espiritual, el cual, es nuestro natural estado, pero que está siendo ocultado por nuestro ego.
Ahora bien. El Maestro Espiritual David R. Hawkins, después de lograr iluminarse, logró descubrir los diferentes niveles que ocurrían durante la evolución espiritual. Estos niveles están regidos por patrones atractores que existen en el campo de la Conciencia (Lee aquí sobre el Mapa de la Conciencia del Dr. Hawkins). El punto está, en que cada nivel espiritual es un nivel con diferentes incapacidades, las cuales, a medida que se avanza espiritualmente, el individuo se va liberando progresivamente de las incapacidades que le produce su propio ego en ese nivel. Así es como en los niveles espirituales más bajos, el individuo está completamente incapacitado para hacer ciertas cosas que en los niveles superiores, se está completamente capacitado.
El caso es, que en el nivel 350, conocido como el nivel de la Aceptación, se desbloquea significativamente la capacidad para aceptar y para perdonar. Esto significa, que quien esté en un nivel muy debajo del 350 nunca podrá perdonar, a menos que avance espiritualmente más y se acerque al nivel 350. De esta forma, mientras más cerca estás del nivel 350, más fácil es perdonar. Tal vez, si estás en el nivel 310, aún te cueste perdonar, pero si te esfuerzas y concentras en ello, lo logras. Pero para quienes están por debajo del nivel 200, perdonar es imposible… pues aún están demasiado incapacitados para perdonar.
La frase: “Hay cosas que nunca se perdonan” es común escucharla de personas que espiritualmente están por debajo del nivel 200. Así es como para quien llega al nivel 350, perdonar se vuelve relativamente sencillo, pero a la vez, mientras más avanzas, más fácil es perdonar. De forma que para alguien en el nivel 400, perdonar no es algo muy difícil… Pero para alguien en el nivel 500, perdonar es algo extremadamente fácil…. Y para alguien en el nivel 540, perdonar seguramente es algo que sucede de forma automática.
Lo que te acabo de contar, es la explicación final de por qué para algunos es tan difícil, e incluso imposible el acto de perdonar de todo corazón. Si ese es tu caso, entonces la solución es ¡crecer interiormente aún más! Lo cual, es lo mismo que evolucionar tu alma, pues en el proceso de evolución, es solo tu alma la que crece en tu interior, nada más.
La Ecuanimidad Perfecta
Entendido lo anterior, hablemos ahora sobre el verdadero perdón. El acto de verdadero perdón no es algo superficial ni tampoco es algo que se hace desde la boca para afuera. El verdadero perdón, lo hace la mente, por orden del corazón (tu Alma).
Existe un estado mental, llamado Ecuanimidad Perfecta, el cual es el santo grial de la evolución espiritual. Esto significa que sin este estado mental, la evolución espiritual NO SUCEDE. Así de importante es. Y al entender que la evolución espiritual sucede únicamente por la desintegración de nuestro ego, entonces el estado mental de Ecuanimidad Perfecta, debe ser algo que necesariamente afecte al ego y lo haga disminuir en nosotros. Por otro lado, si el ego es un virus mental… entonces, la Ecuanimidad Perfecta, debe ser algo así como “Un antivirus mental”. De hecho, en ocasiones yo le llamo así. Pero el caso es, que este “antivirus” no siempre está activo en la mente consciente… pero cuando se activa, éste neutraliza temporalmente la actividad del ego, lo fragmenta y luego lo desintegra en alguna medida. Y es esto lo que nos hace evolucionar el alma, y nos hace crecer internamente.
El budismo conoce en gran medida el estado mental ecuánime, sin embargo, no todos conocen las 4 vías para activarlo en la mente consciente. Estas 4 vías, son, desde la vía más fácil a la más difícil, la Aceptación, El Perdón, el Amor, y la Paz. Pues bien, ¿Qué significa esto? Significa que si tú realmente experimentas cualquiera de estas cosas, durante su experimentación, en tu mente consciente se activará el estado mental ecuánime (el antivirus). Y éste, en alguna medida te sanará del virus ego, y te hará evolucionar. Buda, por ejemplo, se iluminó meditando una técnica de meditación llamada Vipassana. Pero esa técnica, genera el estado ecuánime a través de la vía de la Aceptación.
Debes saber que el estado mental ecuánime es un instante descrito por lo siguiente:
“No buscas ni deseas nada, pero a la vez, lo que ocurre, no lo rechazas ni lo evades”.
-Principio base de la Ecuanimidad Perfecta
La Ecuanimidad Perfecta, es un perfecto equilibrio mental entre no desear nada, pero tampoco rechazar nada. Esto último se traduce en que no existe aversión, pero tampoco deseo. Y al no haber ni deseo ni aversión, lo que existe en la mente en ese momento, es plena aceptación de lo que Es, y de lo que sucede.
La técnica de meditación del Buda (puedes aprender Vipassana gratuitamente aquí) sirve para evolucionar solo y únicamente porque activa el antivirus a través de la vía de la Aceptación. Pero meditar no es la única forma de evolucionar espiritualmente… quien realmente perdona, también genera el estado mental ecuánime, y con ello, también avanza espiritualmente. Otras personas, por ejemplo, viven toda su vida ayudando a otros, y haciendo acciones de voluntariado de forma verdaderamente desinteresada. Eso, en realidad es puro y verdadero amor… el cual, también genera el estado mental ecuánime, y por lo mismo, hace avanzar espiritualmente muchísimo a esa persona.
El verdadero amor, es perfectamente ecuánime. Tú puedes ver, que cuando realmente amas a alguien, tú aceptas al ser amado tal cual como es, sin ninguna condición. Tu amor a él, no depende de lo que el ser amado haga, o deje de hacer. A él, simplemente lo amas por lo que Es. Esto significa que el Verdadero Amor, implica también verdadera Aceptación. Y es por ello, que quien realmente ama, generará en su mente un estado mental ecuánime, pero que será mucho más intenso y poderoso que el estado mental generado por la vía de la Aceptación o el Perdón. De esta forma, si alguien logra generar el estado mental ecuánime por la vía de la Paz, ese estado es tan poderoso, más que el de la vía del amor, que incluso quienes están cerca de esa persona pueden sentir la paz emanando de ella. Y es esa paz, la que en algún grado, también puede sanarte a ti, de tu virus mental, e incluso, puede producir un milagro.
Cómo Perdonar de todo corazón
¡Fabuloso! Ya sabes sobre el estado ecuánime, eso ¡me alegra mucho! Pero saber no es suficiente. Debemos ponerlo en práctica, de otra forma, saber no sirve de nada.
Pero antes de enseñarte la técnica para perdonar, me gustaría contarte una última cosa que creo te puede ayudar para todo este proceso. Nos centraremos por ahora, en el caso hipotético de que queremos perdonar a otra persona. Pues bien, seguro alguien hizo algo que nos hizo enfadar, que nos hizo daño o nos hirió. Esa experiencia, es una buena oportunidad para poner en práctica el perdón. Pero antes de intentarlo, me gustaría que imaginases por un momento, que esa otra persona, eres tú. Cierra los ojos, deja a un lado las apariencias e imagínatelo por un momento… Imagina que la otra persona, eres tú, haciendo algo contra ti mism@. Profundiza en esta imaginación por un momento… Luego me gustaría preguntarte… ¿Y qué tal, si muy pero muy en el fondo, lo imaginado fuera así? ¿Acaso no te perdonarías a ti mism@? ¿Qué tal si hay algo de ti, en el otro? ¿Acaso no te perdonarías?
Cuando perdonas a otro, también te perdonas a ti. Siempre es así, aunque en lo superficial no lo parezca… La verdad es que no importa si esto ahora no lo entiendes, por el momento solo créelo. Pero te prometo que un día, tras tanto perdonar, verás esta verdad espiritual por ti mism@, verás esta verdad profunda.
La siguiente técnica para perdonar, la desarrollé tras muchas horas de estudio y práctica sobre estos asuntos. Especialmente, descubrí todo esto tras escribir mi Libro Autoconocimiento Moderno (Busca la muestra gratis aquí). Pues, ya que ahora sabes sobre el estado ecuánime, el cual, es nuestro poderoso antivirus mental. Lo que debemos hacer es activarlo en nuestra mente consciente, pero de forma simultánea, debemos enfrentarlo con esa parte de nuestro ego que nos produce el rencor, el odio, la rabia, o lo que sea que nos produce y que queremos perdonar.
Para esta práctica espiritual, vamos a usar una frase que dice: “Dios es el Amor en el que te perdono, [nombre de la otra persona]”. Esta frase, debes declararla en tu mente, con los ojos cerrados (para concentrarte más), y debes hacerlo con toda sinceridad y con toda tu voluntad de perdonar. Deja a un lado todo lo que estés haciendo, busca un momento de tranquilidad, y dedica unos minutos a hacer solo esto, y nada más.
Lo primero que harás entonces, es centrarte mentalmente en la experiencia a perdonar. Debes traer a tu mente los recuerdos de la experiencia sucedida con todos sus detalles, pero sin alimentar la emoción negativa que ésta te produce. ¡Mucho cuidado! Que si alimentas la emoción negativa, entonces habrá deseo… y así se perderá el estado ecuánime y esta técnica no funcionará pues bloqueará la activación del antivirus. Tan solo debes concentrarte en observar imparcialmente los recuerdos de la experiencia a perdonar en tu mente, y luego, pero sin perder de tu mente los recuerdos de la experiencia, debes decir: “Dios es el Amor en el que te perdono [nombre de la otra persona]”
Al hacer esto, tu mente está generando 2 procesos mentales diferentes al mismo tiempo, el primero mantiene los recuerdos de la experiencia, y el segundo, genera y activa el antivirus en tu mente. Así, al decir la frase varias veces, y al mismo tiempo, tener la voluntad de perdonar, el proceso mental del antivirus se va comiendo lentamente al proceso de que mantiene los recuerdos… Debes entonces repetir la frase durante el tiempo suficiente, hasta que tú mismo de pronto notarás que los recuerdos ya no te producen nada.
De pronto, ante los recuerdos que mantienes en tu mente, te darás cuenta de que «esto ya pasó», o que “esto ya no importa”… Cuando notes eso, habrás destruido una parte del resentimiento, del rencor, de la rabia, o de lo que sea que tengas que perdonar por esa experiencia. Sin embargo, aún no puedes confiarte de que has perdonado todo. Es mejor seguir repasando, hasta asegurarse de que todo haya sido perdonado.
Sigue entonces repitiendo la frase, y simultáneamente mantén los recuerdos en tu mente. Pon toda tu voluntad a disposición de esta práctica espiritual… Hasta que de pronto, de nuevo notarás que ya todo ha acabado. Y en ese momento, sabrás que lo has logrado y has perdonado la situación pasada. ¡Felicitaciones por este gran logro!
Has aprendido lo que nunca nadie nos ha enseñado a hacer. Ahora es momento de practicarlo, y de ser feliz en tu interior. No pierdas las oportunidades que te da la vida para perdonar. Todo es posible usarlo para evolucionar, incluso las cosas más insignificantes, todo puede ayudarte. De ti depende tu propia felicidad.
Si ya has llegado hasta aquí, ¡estoy muy feliz por ti! Pero quiero advertirte de algo. Atención con siguiente. Hay algunas personas que dicen que no les gusta perdonar porque al hacerlo, significa que ellos se ponen en una posición superior al otro, y desde allí, ellos dan su perdón. Pues déjame decirte que este pensamiento… ¡es una trampa! Es una gran trampa del ego, para evitar que tú perdones, y que con ello, lo desintegres. La verdad es que no hay nadie superior a nadie, creer eso, de nuevo, es otra trampa del ego que hace clasificar a las personas por sobre uno, o por debajo de uno. Pero nada de eso es Real. Por favor, no caigas en esta trampa que evita perdonar. Quienes defienden este pensamiento están confundidos por su propio ego. Pero a ti no te pasará esto.
Cómo perdonar cosas difíciles
La anterior técnica para perdonar, es la base de la práctica del perdón. Sin embargo, es posible que en algún momento nos topemos con algo que consideramos demasiado difícil de perdonar. Esto que nos parece “difícil”, es una apreciación de nuestro propio ego, y es una resistencia a purificar y dejar ir algo dañino. Pero aun sabiendo que esto es así, a veces igual nos topamos con algo difícil de perdonar. Y para esos casos, debemos usar una de las técnicas de autoconocimiento, ahora debemos usar El Enfoque Reduccionista.
El Enfoque Reduccionista es un método de trabajo que consiste en tomar un asunto complejo, y reducirlo y separarlo en muchas partes pequeñas. Con este enfoque, se busca desmenuzar un asunto complejo en todas las partes posibles, de forma que cada parte, pierde en gran medida su complejidad, por tanto cada parte es mucho más fácil de tratar y de resolver.
Aplicando entonces el Enfoque Reduccionista a un asunto complejo de perdonar, lo que debemos hacer es desmenuzar la experiencia a perdonar en muchas pero muchas partes pequeñas… debemos separar la experiencia en todas las partes posibles que encontremos. Y una vez descompuesta la experiencia en muchas partes, elegimos una de esas partes. La que según tú, sea la más pequeña y la más fácil de perdonar.
Por un momento, nos olvidamos de todo lo demás y nos centramos solo en esa insignificante parte a perdonar, y sobre ella, aplicamos la técnica del perdón que ya aprendimos. Pues bien, solo y únicamente cuando esta parte haya sido completamente perdonada, entonces, miramos a las otras partes a perdonar, y buscamos nuevamente la que sea la más pequeña y la más fácil. Y sobre esa, repetimos todo el proceso, y así hasta acabar con todas las partes del asunto general.
Es conveniente perdonar una sola parte por día. Nadie te apura, pero hacer más de una parte es algo que puede ser contraproducente pues en tu mente hay cosas que necesitan reacomodarse, y para ello, también necesitas un tiempo. Por lo que incluso podrías proponerte perdonar todas las partes del asunto, en un mes, o 2. Pues es mejor hacerlo bien, que hacerlo mal por habernos apresurado. También es posible que puedas usar más de un día solo para perdonar una parte. Procura entonces, darte un tiempo entre el perdón de una parte a otra, así todo será mejor.
Pues bien, ahora ya sabes muchísimo sobre como perdonar, solo queda ponerse ¡manos a la obra! Yo en algún momento me prepuse buscar en mi mente todos los recuerdos de cosas pasadas que requerían algún perdón. Entre esas experiencias, habían cosas de muchos años atrás, experiencias del colegio, de la universidad, de la familia, de la vida, etc. Con todas esas experiencias, hice una lista de cosas a perdonar. Que llegaron a ser como 106 cosas. Luego, sin apresurarme, pasé meses perdonando una por una. Lentamente, pero intentando hacerlo lo mejor posible.
Acá tienes la publicación que hice cuando terminé de perdonar jaja estaba muy contento por lo logrado! Pues todo esto que te cuento, es para motivarte a ti a hacerlo también. Seguro que si lo haces, evolucionas tu alma y serás más feliz. Hazlo y ¡compruébalo por ti mismo!
Recuerdan lo que les conté sobre nuestro VIRUS MENTAL llamado EGO? Pues, cuando escribía Autoconocimiento Moderno…
Publicada por Marcelo Lobo en Martes, 10 de diciembre de 2019
Lo último que nos queda por decir, es, ¿Y cómo sabremos cuando realmente hayamos perdonado a alguien? Si realmente perdonaste a alguien, cuando lo veas, cuando te encuentres con él, no habrá ni la más mínima pizca de resentimiento hacia él. No habrá absolutamente nada. Pues si la hay, entonces aún falta algo por limpiar dentro de ti. Pero si realmente perdonas, nunca más vuelves a traer el pasado al presente. Pues el pasado ya no te sirve, y aunque puedes traer los recuerdos a tu mente, eso no lo haces nunca pues realmente no te interesan ni son útiles en nada. Al punto que quizás, con el tiempo, ya ni siquiera recuerdes lo que pasó.
Espero que este articulo te haya gustado, y especialmente, espero que lo pongas en práctica. Léelo todas las veces que necesites, pues para eso lo escribí.
Sin más que decir, te mando un gran abrazo!
Hasta la próxima!